viernes, 31 de diciembre de 2010

LAS MEJORES PELÍCULAS DEL 2010. A MI JUICIO.

Como viene siendo costumbre antes de finalizar el año hago una recopilación de lo que pueden haber sido las cintas más significativas del año. Claro está, todo bajo mi criterio. No creo que estén todas las que considere mejores, pero si una representación esencial. 


EL ESCRITOR



UN PROFETA



LA CINTA BLANCA



ORIGEN



TWO LOVERS



UN TIPO SERIO



BURRIED



EL DISCURSO DEL REY



BEAUTIFUL



CISNE NEGRO



THE FIGHTER 



THE TOWN



127 HORAS 

FIN DE AÑO

     
 
        Desde esta plataforma, quisiera desearos a todos los que leeis el blog, un felíz año nuevo, lleno de buenos propósitos y cargado de buenas noticias. Mientras nos podemos consolar con el cine, que es el material del que están hechos los sueños. 

miércoles, 15 de diciembre de 2010

TAXI DRIVER



Travis, un hombre solitario, incapaz de integrarse en la sociedad por creerla putrefacta, atesora múltiples y variados juicios. Planea su "limpieza de la sociedad" sumido en una progresiva perdida de la realidad que lo convertirá en adalid de las causas perdidas. Su mente se va evadiendo más y más de la realidad y la ciudad se va sumiendo sobre él como una jaula de asfalto. Un hombre se nos presenta ante nuestros ojos con la mirada perdida incapaz de encontrar el camino adecuado, de leer la realidad. Increíblemente la atmósfera nos va empujando casi sin caer en la cuanta, de una fatalidad, de un despropósito y un desenlace poco previsible, pero natural si se entiende todos los procesos que experimenta el protagonista. La escena de la pastilla remarca la ironía de su estado, en constante efervescencia, una eterna lucha de contrarios. Cuando el Mago, taxista de tal apodo, le cuanta aquello del galimatías tremendo que supone la vida, no se imagina la cabeza de travis.
El punto fuerte es cybil Shepar, de la que está enamorado. Él, que siempre aducía que el mundo era una mierda, lleno de negros, chulos, prostitutas, aprovechados, toxicómanos, se topa de repente con la mujer de su vida, lo más bello y puro que hay en la tierra. Por el contrario, ella si que estaba llena de perjuicios, aun no siendo de los bajos fondos, ni negra, ni prostituta ni nada que se le parezca. Al principio accedió a mantener unas citas, hasta que la pueril inocencia de Travis irrumpió en medio separándolos. La escena del cine de adultos es una de las más geniales que recuerdo. Es en ese momento cuando sabemos que Travis no tiene en su mano ni todos los contextos ni resortes para hacer frente a una sociedad que ha cambiado, que no se guía por los mismos preceptos que antes de la guerra del Vietnam donde el participó. En la escena acompaña a una velada a la chica que previamente invitó de manera romántica. En un principio, la mujer se extraña, pero la sorpresa monumental y el bochorno de la misma magnitud se produce cuando descubre que era una sala de cine para adultos. La candidez de Travis no advierte que haya podido avergonzar a su compañía, y la sigue llamando a casa, hasta que se da cuanta de que esa relación está más que lapidada. Lo único que genera es una sensación de retroalimentación de su propia paranoia, vagando de un lugar a otro sin otro objetivo más que olvidar lo que ve escucha y oye. Tras haber explicado estas escenas puedo hablaros sobre el origen del guión de Taxi driver.



El guionista es Paul Schrader, hoy mundialmente conocido y de los mejores directores de cine actual, pero por aquel entonces era una piltrafilla de hombre, abandonado por su mujer, dado a la bebida y a la pornografía navegaba por la vida como anima llevada por el viento. Todo este totum revolutum queda reflejado en el guión de la película de manera fiel, sin ningún tapujo y con alguna liciencia.
Con Judie Foster se establece otra interesante relación para Travis, en la que se puede adoptar distintos puntos de vista, desde un cariño paternal mal entendida o que en realidad es una mente afín a un hombre que deambula por la vida con una mente de niño y un problema de encajar los defectos e injusticias del mundo. También este encuentro es el que va a determinar el objetivo y el fin de la vida de Travis, pues con ella haya el modo de limpiar y salvaguardar algo puro dentro de un mundo corrupto. Es enternecedor, ver la escena, en la que Travis sube a la habitación de esta como si fuese un joven imberbe que va a echar su primera cana al aire, y ella, que asume el papel de maestra de ceremonias, como si los roles se cambiasen por unos instantes. Es uno de los aspectos que sopesándolos más me impactaron de la película.
Scorsese se hizo cargo del guión para la Columbia Pictures, y quería a toda costa a Robert de Niro, que ya había trabajado con él en “Malas calles” y además era el hombre de moda en Hollywood. Acababa de ganar el Oscar con “El padrino II” e intercalaba trabajos de manera consecutiva, esta vez estaba trabajando para Bertolucci, ni más ni menos que en “Novecento”. (Os acordais cuando en la crítica de “Uno de los nuestros” dije que fue una pena que De Niro hubiese leído el guión demasiado tarde, porque el papel que le interesaba era el de Henry Hill, y que Scorsese no insistió pensando que si De Niro no podía hacer el papel era porque no quería encasillarse en otro papel de Mafia) Pues bien, Scorsese no insistió porque sabía que De Niro se tomaba su trabajo en serio, prueba de ello es esta película, cuando en el medio de un parón del rodaje en Italia con Bertolucci, toma un avión a Nueva York, interesado por el guión que le había presentado Scorsese y se quitó una licencia de taxista con la que estuvo trabajando unos cuantos días. Es verdad que De Niro en aquella época era ya un actor muy valorado, y era la personificación del método que aprendió en el actor´s studio con Lee Strasberg. Eso da una idea de la profesionalidad de este actor, que en la película conformó un personaje de Leyenda.



Es imposible no identificarse con esta película, es una de mis películas fetiches. Siempre cuando me veo incomprendido, la veo, porque creo que el objetivo que quería alcanzar scorsese en esta película, es que llegáramos a comprender la incomprensión, el vacío, la soledad. Lo consigue realmente creando esa atmósfera cargada de vapores, de bochorno, de trasiego. Uno tiene ganas entonces de encerrarse en uno mismo.
En cierto modo, es una película intimista, para ver solo y perderte por en medio de la ciudad. Tampoco es una película edificante ni agradable de ver. El final es violento, se desencadena un cambio interior en el personaje que se transpira en su exterior, en su forma de relacionarse, en su cabeza rapada, en esa chulería innata del monólogo improvisado ante el espejo, “Are you talking to me?”. Incluso fue tildada pro gente de la época de apología del fascismo y adalid de la violencia , como lo fue también “La naranja mecánica”, como ya todos sabéis.
Yo no soy de la misma opinión. Para mí, hay personajes oscuros y luminosos. Travis Binkle era un cruzado, un personaje romántico en toda regla, vive y muere por sus convicciones, el destino le otorga un final trágico, maldito. Precisamente en su camino a los infiernos, en el último momento que decide acabar con el sin sentido de su vida, no tiene, el arma, los contextos, y es proclamado héroe por salvar a una joven de los brazos de la prostitución. Paradójicamente, todo lo que había luchado para salvar la dignidad, la pierde siendo elevado a los altares, por aquella sociedad que criticaba. La actuación de Robert De Niro es perturbadora a más no poder, ecléptica y misteriosa, en ese último gatillazo con el dedo no se pueden decir más cosas y dejar otras tantas en el tintero, sin esgrimir.



Precisamente por ello se puede perdonar el hecho de que la academia no premiase a la cinta con el Oscar y la postergara a favor de Rocky, una película más edificante, y que Robert De Niro no se llevase el gato al agua por segunda vez en la década debido a que tuvieron que otorgarle el Oscar póstumo a Peter Finch, por su gran trabajo en “Network”, del mismo año. Se entiende, que por unas o otras circunstancias  particulares, esta película no haya cosechado el premio que se merecía.
Por lo general Taxi driver es esencialmente el cine de Scorsese, ascenso, caída y posterior redención, solo que en esta no se observa la redención por ningún lado, sólo podemos disculparlo por creerlo presa de la locura, como se demuestra en las escenas postreras de la cinta.
Es una película recomendable al cien por cien, y de rabiosa actualidad, cada vez más. Ahora que el hombre se preguanta la razón para vivir.
La fotografía de chapman es excelente, configura un ambiente nocturno único, que en cierto sentido es el personaje oculto que acompaña a De Niro.
Lamentablemente, hay que hablar del gran compositor de la banda sonora de Taxi driver, por lo que tiene de connotación en la historia de esta película y del cine por analogía. Bernard Herrman, genial compositor de “Vértigo”, “Psicosis”, “Ciudadano Kane”, entre otras, firmó su obra póstuma con “Taxi driver”, precisamente murió de una afección cardiaca el mismo día que acabó la partitura de la película.

URL: http://es.youtube.com/watch?v=3_20Guu1tEI


miércoles, 1 de diciembre de 2010

LAS 100 MEJORES SEGÚN CAHIERS DU CINEMA


Como ya estamos con el año en deceso, se me ocurrió hacer recopilación, y que mejor, que la lista que ha hecho Cahiers du Cinema, la publicación más prestigiosa dentro del mundo del cine.




Citizen Kane - Orson Welles

La noche del cazador - Charles Laughton

Las reglas del juego (La Règle du jeu) - Jean Renoir

Amanecer  (L'Aurore) - Friedrich Wilhelm Murnau

L'Atalante - Jean Vigo

M - Fritz Lang

Cantando bajo la lluvia - Stanley Donen & Gene Kelly

 


Vertigo - Alfred Hitchcock

Children of Paradise (Les Enfants du Paradis) - Marcel Carné

Centaruros del desierto  - John Ford

Avaricia - Erich von Stroheim

Rio Bravo - Howard Hawkes

Ser o no ser - Ernst Lubitsch

Cuentos de Tokyo - Yasujiro Ozu

El desprecio (Le Mépris) - Jean-Luc Godard

Cuentos de la luna pálida de agosto (Ugetsu monogatari) - Kenji Mizoguchi

Luces de ciudad - Charlie Chaplin


El maquinista de la general - Buster Keaton

Nosferatu - Friedrich Wilhelm Murnau

El salón de Musica - Satyajit Ray

La parada de los mounstruos (Freaks) - Tod Browning

Johnny Guitar - Nicholas Ray

La mamá y la puta (La Maman et la Putain) - Jean Eustache

El gran dictador - Charlie Chaplin

El gatopardo (Le Guépard) - Luchino Visconti

Hiroshima, Mon amour - Alain Resnais

La caja de Pandora  (Loulou) - Georg Wilhelm Pabst



Con la muerte en los talones (North by Northwest) - Alfred Hitchcock

Pickpocket - Robert Bresson

París bajos fondos (Casque d'or) - Jacques Becker

La condesa descalza - Joseph Mankiewitz

Los contrabandistas de moonfleet - Fritz Lang

Madame de… (Madame de…) - Max Ophüls

El placer- Max Ophüls

El cazador - Michael Cimino



La aventura - Michelangelo Antonioni

Acorazado  Potemkin - Sergei M. Eisenstein

Encadenados- Alfred Hitchcock

Ivan el Terrible - Sergei M. Eisenstein

El padrino - Francis Ford Coppola

Sed de mal - Orson Welles

El viento - Victor Sjöström

2001: Una odisea del espacio - Stanley Kubrick



Fanny and Alexander - Ingmar Bergman

Y el mundo marcha...
- King Vidor

8 1/2 - Federico Fellini


El muelle - Chris Marker


Pierrot el loco - Jean-Luc Godard


Confessions of a Cheat (Le Roman d'un tricheur) - Sacha Guitry


Amarcord - Federico Fellini



La bella y la bestia (La Belle et la Bête) - Jean Cocteau


Con faldas y a lo loco (Some Like It Hot) - Billy Wilder


Como un torrente (Some Came Running) - Vincente Minnelli


Gertrud - Carl Theodor Dreyer


King Kong - Ernst Shoedsack & Merian J. Cooper


Laura - Otto Preminger


Los siete samuráis (
Shichinin no samura) - Akira Kurosawa



Los cuatrocientos golpes - François Truffaut


La Dolce Vita - Federico Fellini


Dublineses
 - John Huston

Un ladrón en la alcoba (Trouble in Paradise) - Ernst Lubitsch


¡Qué bello es vivir! (It's a Wonderful Life) - Frank Capra


Monsieur Verdoux - Charlie Chaplin


La pasión de Juana de Arco - Carl Theodor Dreyer


Al final de la escapada (À bout de soufflé) - Jean-Luc Godard


Apocalypse Now - Francis Ford Coppola


Barry Lyndon - Stanley Kubrick


La gran ilusión - Jean Renoir



Intolerancia - David Wark Griffith


Una salida al campo (Partie de campagne) - Jean Renoir


Playtime - Jacques Tati


Roma, ciudad abierta - Roberto Rossellini


Livia (Senso) - Luchino Visconti


Tiempos modernos
 - Charlie Chaplin

Van Gogh - Maurice Pialat


Tú y yo - Leo McCarey


Andrei Rublev - Andrei Tarkovsky


Capricho imperial - Joseph von Sternberg


El intendente sansho (Sansho the Bailiff)- Kenji Mizoguchi


Hable con ella - Pedro Almodóvar



El guateque - Blake Edwards


Tabu - Friedrich Wilhelm Murnau


Melodías de Broadway - Vincente Minnelli


Ha nacido una estrella - George Cukor


Las vacaciones del señor hulot - Jacques Tati


America, America - Elia Kazan


El - Luis Buñuel


El beso mortal - Robert Aldrich


Érase una vez en América - Sergio Leone



Daybreak (Le Jour se lève) - Marcel Carné


Carta a una desconocida - Max Ophüls


Lola - Jacques Demy


Manhattan - Woody Allen


Mulholland Dr. - David Lynch


Mi noche con Maud (Ma nuit chez Maud) - Eric Rohmer


Noche y niebla (Nuit et Brouillard) - Alain Resnais


La quimera de oro - Charlie Chaplin


Scarface - Howard Hawks


Bicycle Thieves - Vittorio de Sica


Napoléon - Abel Gance


domingo, 14 de noviembre de 2010

LA NARANJA MECÁNICA



¿Qué decir de una obra maestra? ¿Qué de una genialidad jamás realizada sin parangón alguno?¿Qué poder decir de un genio como Kubrick? Absolutamente nada.¿Desagradable? Por supuesto, totalmente, pero eso ya se sabía ¿verdad? La Naranja mecánica, es una de esas películas imprescindibles en cualquier videoteca, en su época fue innovadora y aún hoy lo sigue siendo. Recibió un aluvión de críticas desde muchos sectores, pero aún así lo innegable es que es perfecta. Tanto a nivel técnico, como artístico.
La naranja mecánica es una película en la que la violencia es comparada con una danza, una danza macabra de sangre y odio. Kubrick hace de vidente y ve el futuro, lo escudriña tras sus gafas y predice un film, desgraciadamente, más que real.Una forma de rodar y montar una película de una forma muy novedosa, con grandes guiños a Eisenstein, y con una maestría insultante.
Esta cinta, es sin duda, una de las más odiadas y perseguidas por la censura en toda la historia del cine. Es prohibída en Inglaterra por un periodo de treinta años, con eso os digo todo. Solamente se ha podido ver después de 1999, tras la muerte de Stanley Kubrick.
La película es adaptada de una novela de Anthony Burgess, autor británico que hizo en su tiempo una obra atemporal, con un lenguaje propio, el “Nadsat”. Este tipo de jerga inventada para dotar a la historia de un aire futurista. Se supone que era una mezcla de inglés vulgar mezclado con términos rusos. Se desprende de esto que en un principio, la intención del autor era un futuro común entre Estados Unidos y Rusia, el final de la guerra fría y el comienzo de una era que traería sus nuevas problemáticas, en este caso, problemática social, unas nuevas generaciones alienadas del mundo y consagradas a satisfacer sus instintos, aunque fuesen de la más baja calaña.



Para ahondar más en esa problemática social, casi existencial que asola de manera personal al protagonista, habrá que argumentar que el título, tal como reza, es una trampa, una mentira encubierta. El título original de la película es "The Clockwork Orange". "orange", en inglés significa "naranja", pero en verdad proviene de otra palabra: "ourang", una palabra de Malasia donde Anthony Burgess vivió durante varios años. Esta palabra tiene otro significado y es el de "persona". De esta manera, el escritor hizo un juego de palabras, y realmente, lo que el título significa es "El hombre mecánico". Álex, después de aplicarle el tratamiento Ludovico, ya nunca podrá disponer de su libre albedrio, al menos no hasta los últimos fotogramas, y digo libre albedrio cuando me refiero a que antes hacía lo que le venía en gana, no respetaba las normas y convecionalismos sociales a los que los demás estamos sujetos y condicionados. Comenzó su camino hacia su lado mecánico.
En el último capítulo del libro, Alex, consigue dejar la Ultraviolencia por aburrimiento, pero esto era un borrón en opinión de Kubrick que lo cambió sin contar con el escritor, como hiciera con “Lolita” y “2001” Vladimir Nabokob y Arthur C. Clarke respectivamente. Esto lleva a Burgess a rechazar por completo la adaptación.



La primera parte de la película narra las peripecias de Alex y sus drugos, ese bar, con dispensadores de leche enrriquecida que mana de los senos de las mujeres, como símbolo de amantamiento, como símbolo de periodo sin problemas bajo los amorosas brazos de nuestras madres, donde se sacian nuestos deseos. Esas sesiones de ultrraviolencia, la violación de mujeres, luchas entre clanes, conducción temeraria, son pasos que se van dando hacia la escena, más fuerte y en mi opinión una de las mejores de la cinta. Me refiero a la violación  y asesinato de la mujer des escritor mientras el tiene que presenciar impertérrito todo el grotesco cuadro. Kubrick, nos tenía preparado una escena memorable por su sofisticación y por su perversa y retorcida forma de retratar la crudeza, la amoralidad, la falta de cualquier tipo de humanidad incluso antes de que Alex se convertiese en un hombre mecánico, por otra parte una opción muy acertada, pues no hay cambio en él a lo largo de la pelícuala, el único cambio es aparente y es fruto de nuestros prejuicios. Por otra parte, Malcom nos dejaría atonitos en su interpretación, pues se atreve a improvisar delante de Kubrick, ni más ni menos que de Kubrick, olé sus bemoles. Para los que conocemos un poco las obsesiones y manías del director sabemos que no le gustan nada este tipo descontroles. Es una persona que lo tiene medido todo hasta el último milímetro y si hacía falta insultaba y humillaba a los actores para sacar lo que quería o necesitaba de ellos. Cuando se comenzó a grabar la escena de la paliza en la violación, a Malcom le apeteció cantar “Singing in the rain”, el efecto fue brutal, hasta tal punto que ni Kubrick objetó nada y nosotros ya no concebimos esa escena sin el famoso tarareado. Años después del estreno de la película, McDowell dijo: "Durante el rodaje de La Naranja Mecánica amé y odié a Kubrick al mismo tiempo. Pero creo que la calidad humana de Kubrick no está a la altura de su talento. Se comportaba con los actores como el más terrible de los tiranos"



La segunda parte de la cinta, es precisamente la de la detención y excarcelación del protagonista sometiendolo a una conducta deterinada inducida por estímulos, tal y como puede ser el ejemplo de Paulov. También esta parte tiene su intríngulis, porque crea ciertas paradojas, como por ejemplo, un sistema de reinserción social que lucha contra la violencia a base se violencia o imágenes violentas. La gran complejidad del caso a tratar nos ciega, pero Alex es un individuo de una gran inteligencia que no siente remordimientos por lo que hace  En este, como en la mayoría de los casos, lo más adecuado sería la prevención.  Lo que desde luego no es acertado es llevar al individuo justo al extremo contrario de donde viene.
Tambien pone de relieve el tema central de la película, el caso en que nos podemos ver privados de nuestra humanidad, si nos privan de nuestra libertad, o nos vetan la capacidad de elegir libremente.
La intemporalidad de la película  es uno de los rasgos que más destacan en el filme.  Su tema central (la pérdida de libertades a cambio de una mayor seguridad y una reducción de la delincuencia) es plenamente actual. Preguntádselo a cualquier ciudadano de NorteAmérica.



La naranja mecánica presenta algunas innovaciones en el aspecto técnico como el empleo de lentes más rápidos, cámaras ligeras de mano, y unos micrófonos que permitieron no tener que volver a grabar diálogo en estudio. nuevos equipos de iluminación que le permitió a Kubrick girar la cámara en cualquier dirección sin preocuparse por que saliesen en escenas objetos de iluminación indeseados.
La parte final de la película es la más paradógica, y una auténtica obra de orfebrería, pues dice y se desdice continuamente, cambiando buenos por malos y viceversa. ¿Quién es más  cruel?, ¿El estado o Alex?, ¿Alex o el escritor? El estado en su afán de hacer políticas sociales reinsertando a la masa carcelaria mediante un nuevo método que revolucionará el estudio de la conducta humana, causa unas secuelas en uno de sus conejitos de índias. Alex, por su parte, después de salir de prisión lobotomizado, alienado de si mísmo, se topa de bruces con las consecuencias de su vida anterior. Recoge de los vientos de otoros tiempos, tempestades. Acaba postrado en una cama donde lo colman de atenciones. En otro tiempo, el deplorable Alex no se podía imaginar que el estado, sea desprestigiado de tal forma, que parezca incluso más despreciable que él. Claro está que la concepción de la historia que hace Kubrick, salpicada por el cristianismo, no iba a dejar que el malo se saliese con la suya. Tampoco avogaría por una salida honorable para el estado. Hasta aquí se cumple el guión, pero derrepente en los últimos momentos de la película nos lo vuelve a romper y retorcer para configuran un nuevo escenario, pues la mirada de Alex, después de que lo curasen del tratamiento Ludovico, es la de quién libre de presiones y condicionamientos vuelve a ser lo que en esencia es. Las cosas nunca son como parecen, y no es verdad que el personaje de Malcom es solo un mecanizado sadista sin elección, sino que prefiere el sadismo y sabe que puede obtenerlo a pesar de todo.
La verdadera obsesión del director en todo esto era la de compadecer y memitizarnos con el protagonista. Consigue deshumanizar a Alex, con lo que humaniza a la sociedad que le ataca. Es una fina ironía, ya que en teoría nos parece más loable humanizarnos, aunque la inteligencia de Kubrick fue un paso más allá, pues al dotar de humanidad a la sociedad, la dota de crueldad, cosa que no pasa con Alex que lleva el signo de la inpersonalidad grabado en la frente, como si no tueviese otra responsabilidad, como si no se le pudiesen repudiar acciones o pedir cuentas. De una manera casi imperceptible pasa de ser un verdugo a una víctima sin que lo advirtamos, y sopesemos los porqués.



¿Por qué no iba a ser violento Alex?, desde luego la sociedad actua de forma cruel, no es ninguna panacea de justicia y ecuanimidad. ¿Cuál es la justificación que esgrimiremos para pedir una sociedad civilizada si luego somos los primeros que nos conducimos como verdaderos hipocritas? Quizás, Kubrick no haga una llamada con un movimiento incipiente en aquella época, si no a la contestación o como vamos acoger todos los cambios en el contexto de una sociedad verdaderamente civilizada.
Si lo analizamos a fondo, más bien semeja una comedia, la comedia humana. El sempiterno problema de colocar el bien y el mal en una balanza. El problema de encontrar una justicia ponderada y universal, y todo ello sin perder el rasgo característico que nos diferencia de las bestias, el “Logos”
En este sentido, Kubrick fue un adelantado a su tiempo, pues en esta época en la que nos hallamos, estamos ante unos brotes esporádicos de una camada de jóvenes que se declaran nihilistas, que después de tanta diversificación ya no saben a qué dedicarse.
Indudablemente soy un confeso fanático de Kubrick, aún así este escrito no pretende parecer una mera adulación sin argumentos, pero puedo decir que "La naranja mecánica" revela algunos misterios que atormentan la existencia de la sociedad actual con múltiples metáforas y secuencias audaces y viscerales.

 Simplemente, Kubrick.


martes, 2 de noviembre de 2010

EL PACIENTE INGLÉS



Adaptada de la novela de Michael Ondaatje, la película guarda el aroma y aura de mito romántico imperecedero. En muchas ocasiones he reflexionado sobre el porqué esta película no ha tenido el reconocimiento que se merece, pese a haber conseguido nueve Oscars. Se dice pronto, verdad. Pero que quede claro y perdonar la expresión, esto es jodidísimo de conseguir.
Otras películas que han conseguido menos en la década de los noventa, que es cuando data esta producción, han tenído más repercusión entre el gran público, tales como “Bailando con lobos” (7 oscars), “La lista de Schindler” (7 oscars), “El silencio de los corderos” (5 oscars), “Forrest Gump” (6 oscars), “Braveheart” (5 oscars), “Shakespeare in Love” (7 oscars). La única película que superó a “El paciente inglés”, fue “Titanic”, que en 1997 ganó la friolera de 11 Oscars. Pero a todo esto hay que aducir, que bueno, ese año los miembros de la academia estaban un poco en las nubes y se premió más por el resultado efectista que por el talento o la calidad cinéfila propia del film. Además, hay que añadir que “El paciente inglés” se producia con un presupuesto modesto, capital de Saul Zaentz y Miramax, invirtieron 27 millones de dólares. Mientras que “Titanic”, el film de James Cameron, hasta la nueva Avatar, del mismo director, pasó por ser la película más cara de la historia. Costó alrrededor de unos 325 millones de dólares.



El libro había arrasado en ventas, y Anthony Minguella quiso adaptarlo cuanto antes. La cuestión radicaba en que la empresa no parecía tan fácil, pues el libro tiene una estructura única y original, basada en pensamientos, sensaciones que se van desgranando mediante los recuerdos de muchos personajes, y la interpretación de otros. El libro es una mezcla que a veces es dificil desenlazar. Algunos de los actores, que habían leido la novela con anterioridad, estabán como locos con la idea de poder participar, pero también eran conscientes de la dificultad de la adaptación.
Pese a cambiar muchas cosas en relación a la novela guarda una gran similitud, pues se estructura con ese bucle de flashbacks y flashforwards continuos en un guión ecléptico y misterioso como la propia novela.



La película relata varias historias cruzadas, vidas que tropiezan unas con otras, se golpean unas a otras. Aunque hay sitio para el amor tambien habla de las heridas del corazón, a veces más profundas que las de la guerra. Estas heridas no permiten caminar a los personajes hacia la felicidad. De esto se desprende lo que he dicho del míto romántico, unas pasiones irrefenables, que por el azar o la fatalidad se ven condenadas.
La trama imposible, se va nutriendo de sensaciones y sentimientos desde los primeros fotogramas, cuando se ven los trazos de pincel, que se dibujan en el papel, en principio no tienen mucho más sentido que un hecho aislado, pero la continua gotera de información va a cargar esos dibujos con un significado romántico que en los tempranos fotogramas carecía. Esta película tiene la virtud de mostrase poco a poco, como saliendo de una nube vaporosa, como figuras y personajes salidos de otros tiempos, otros lugares... y es que el desierto es un marco romántico que se presta, por su inmensidad y misticismo.
La ambientación de la novela es impecable y resultó un trabajo arduo y difícil, adaptar esa atmósfera al cine, aunque creo que se logró bastante bien. Cuando escribes un libro y dices:
“Era un ambiente cargado, la condensación del calor, el humo y el olor de las flores en los puestos de los comerciantes...” Todo esto conforma una atmósfera que pone a trabajar la mente, lo demás lo creas tú, pero en el cine, esto no funciona así, todo lo que la gente puede imaginar son las intenciones de los personajes, historias pasadas o futuros inciertos, pero no puede imaginar una atmósfera, se la tienes que proporcionar tú. La cámara es idiota, capta solo lo que hay delante. Por eso, para mí, que una película sea capaz de lograr esta atmósfera tan potente, son dos puntos a favor. Muchos dicen que se hace lenta, pero es aquí, donde disfrutando de la atmósfera saboreas la película a sorbos.



La historia está ambientada en dos lugares distintos, en la África de Erwin Rommel, sobre el año 4o o 41. Donde se relata la historia tórrida de amor de un conde Húngaro (Almásy) y una dama de la alta sociedad británica, casada.
Se reunió a un buen reparto, teniendo en cuenta el presupuesto, pues sería inviable si no se tiene en cuenta que los actores eran consciente del proyecto que tenían en sus manos.
Actores consagrados como Ralph Fiennes, ganador tres años antes del Oscar por “La lista de Schindler”, lo volvió a ganar por El paciente inglés. Sus actuaciones siempre son exactas y contenidas, da igual que el personaje sea atormentado o un tanto misterioso y taciturno como este conde Almásy. Para mí, quizás junto a Daniel Day-Lewis, los mejores actores de estos últimos tiempos. Kristin Scott Thomas, que borda el papel de mujer de alta sociedad, cansada de la situación conyugal y que busca abrigo en nuevas aventuras y tórridas pasiones. Juliette Binoche, la dulce, adorable y divertida enfermera. Hace muy buen trabajo, muy contenida, incluso en las escenas fuertes, que corrían el peligro de descarrilar. Willem Dafoe, perfecto como el extraño Caravaggio, un ser que esconde sus sentimientos tan bien como salda sus cuentas, aunque al fin y al cabo puede parecer que salva al conde, al contrario, pues con vida, Almásy sufrirá toruturado por el recuerdo de un amor, de una vida que ni si quiera ahora alcanza a sentir. Colin Firth, esposo de la dama de sociedad, que tiene como tapadera hacer fotos para la sociedad geográfica, pero en realidad trabaja para el gobierno británico, fotografiando dichos terrenos con fines militares. La natureleza de su trabajo relega a su mujer en un segundo plano. Naveen Andrews, el encargado de desactivar las bombas, quizás era el menos conocido de todos, pero hoy en día todo el mundo lo conoce por ser el Said de Perdidos. Todos estos nombres hoy conformarían un plantel, poco común, a menos que fuese una superproducción.



En cuanto a las referencias de la película, puede verse reflejada en “Memorias de África” (1985), pero “El paciente Inglés” va más allá, puede decirse que las dos películas parten de ancestros comunes. Pero Memorias de África, aborda el tema de la relación, desde el punto de vista de la libertad, acorde con la época colonial, donde nadie es dueño de nadie. Y en El paciente inglés, habla de como el amor, la pasión y los afectos, nos van esclavizando, van conformando nuestras vidas, a veces sin percibirlo y cuando somos capaces de ser valientes, dar un paso al frente, perdemos la oportunidad. Trata de realzar el momento, aprobechemos lo que somos y lo que tenemos, porque África, el amor de nuestra vida se nos puede escapar de entre los dedos, o no llegar a experimentarlo, como el caso de Binoche y Andrews que en la guerra conoces gente que de otra forma no habrías conocido en la vida. La guerra presta unas circustancias únicas para las relaciones, puesto que los sentimientos son más fuertes, nos unimos más a las personas, pero cuando todo acaba, queda la incertidumbre de saber si se volverán a encontrar.
También hay reminiscencias con el mejor David Lean, sobre esos pasajes históricos, y a “Lawrence de Arabia”, a la que debe mucho esta película. Pues Lean nos enseñó a soñar con el desierto. La principal carcterística de Lean era trazar la vertiente histórica, pero “El paciente inglés”, se puede resumir en una tragedia romántica.


domingo, 24 de octubre de 2010

STAR WARS


Hace mucho tiempo, en una galaxia lejana, muy lejana… hubo una producción que cambió el cine para siempre, abrió la veda de la temática espacial, y nos ha hecho descubrir las posibilidades de los efectos especiales. Hay un dato que parece mentira, pero la verdad es que cuando digo que abrió camino en la temática espacial, no digo que fuese la primera de ese género, pero fue la película que catapultó al género como solución comercial rentable. Mucho antes habían triunfado Star Trek en televisión, pero tampoco había tenido respaldo en la gran pantalla, con lo cual se puede afirmar, que el éxito que consiguió la Fox con “Star Wars” lo quiso imitar Paramount Pictures con un producto que tenía en cartera desde el año 66, se trataba de Star Trek. Es inevitable el afirmar que sin Star Wars, Star Trek sería una franquicia olvidada, pero la cinta de Lucas relanzó la franquicia de Star Trek en el cine. Del mismo modo, también es justo decir, que Star Trek, dejó un legado aprovechado posteriormente por George Lucas y demás artistas.
Su estreno en el año 1977, provocó todo un boom en la mercadotecnia hollywoodiense, prácticamente se puede afirmar que hasta aquel momento, el merchandaising era algo que no iba en serio, sobre todo en lo que se refiere a promoción fílmica. Lucas y esta cinta dieron buena cuenta de todos los millones recaudados por muñecos y demás accesorios. Rompió con todas las taquillas y estableció records que incluso con la inflación se tardó mucho tiempo en superar.



Para hablar de los cimientos de La guerra de las galaxias, hay que remontarse hasta el cine de Kurosawa, más que nada para reconocer la mano indirecta del maestro japonés en la cinta. George Lucas, como Spielberg, Scorsese y demás genios del mejor cine de estos últimos cincuenta años beben de la mano de Akira Kurosawa. La admiración que tenían por él, los lleva en los ochenta, a producir la película “Los sueños de Kurosawa”, una de las pocas producciones en color del genio nipón. Star Wars se “inspira” en un filme japonés, “La fortaleza escondida”, que Akira Kurosawa dirigió en 1958. Ambientada en el Japón feudal del siglo XVI, cuenta la historia de un samurái (interpretado por Toshiro Mifune) que debe liberar a una princesa en una fortaleza de caracter desconocido, como puede ser la estrella de la muerte, escoltarla hasta casa por un camino lleno de trampas, ayudado por dos carambainas, que están siempre peleandose y malmetiendose. El aporte de estos dos personajes es el de quitarle un poco de carga y aliviar con algo de comicidad la trama. No me diréis que no se advierte un parecido con los androides, incluso los caracteres samurais ayudan a construir el personaje de Obi-Wan Kenobi, es más, toda la filosofía oriental de los Samurais, las artes marciales, las luchas a espada conforman lo que puede ser la filosofía de los Jedis.
Los comienzos fueron difíciles, el primer borrador del proyecto que presentó Lucas a la Universal studios, no aparecía ni la mitad de cosas que al final resultaron cruciales, pero él estaba convencido que se lo aceptarían después del éxito de “Américan graffitti”. En el borrador primigenio, Luke Skywalker, no era un imberbe héroe si no que era un general maduro con cierto aspecto a samurai. No había rastro de Darth Vader, no había ninguna princesa con ensaimada ni nada por el estilo, los androides brillaban por su ausencia.



De todos modos le rechazarían el proyecto por miedo a adentrarse en otro proyecto de temática espacial sobre ciencia ficción. “Odisea en el espacio 2001” había sido un fracaso en taquilla, y las otras compañías habían tomado buena nota. Fijaos, las que en otros tiempos se consideraban apuestas perdedoras, hoy son clásicos del cine.
Bueno, ahora empieza la historia que más me gusta, aquella en que se demuestra que cabezones y cazurros los hay en todos los sitios, (en el cine más) y que proyectos geniales sólo ven la luz cuando tienen una pizca de suerte y apoyo.
Lucas, convencido de las posibilidades de su proyecto, no ceja en el empeño y contrata a un dibujante para que realice unos bocetos que acompañarán al esbozo del guión, esta vez un poco más elaborado. El fin, era hacer más vistoso y novedoso el trabajo con el dibujo de los futuros o posibles decorados. Esta vez la fortuna, o la fuerza, ¿quién sabe? Lo guió hasta la Twenty century Fox, es más como si tal caballero jedi, lavara el cerebro de sus operarios y llegase hasta el despacho de Allan Ladd Jr. (Jefe del departamento creativo de la Fox) Sin que sufriera ninguna criba.

 Allan Ladd, exploró las posibilidades del film sin ningún perjuicio, y dio el visto bueno a Lucas, hasta lo defendió ante la junta de dirección de la compañía en el largo proceso que se empleó en la película. Es más, le consiguió un presupuesto estratosférico que superaba los ocho millones de dólares. Para tratarse de un director novel, directamente era una burrada. No sabían los directivos que treinta y dos años después, “Ávatar”, también producida por la misma compañía, costaría la friolera de unos seiscientos veinticinco millones  de dólares.
En esos momentos, Ladd, tampoco había leído el guión definitivo, y no veáis la cara de Lucas cuando le tuvo que explicar que en ella aparecería un perro de dos metros, que andaba a dos patas, y además era capaz de pilotar una nave estelar.
George Lucas se las vió y se las deseó para el guión. Escribió y reescribió mil veces el guión. Han Solo, que en el primer guión no estaba, pasó en guiones sucesivos a ser uno de los malos, para acabar siendo un héroe romántico. Como veis, no todo es lo que parece. El mito del samurai, no estaba presente tampoco al principio, pero luego aparece por partida doble, porque se escenifica en el maestro y en el aprendiz, de hecho Luke, comienza en la primera entrega de la saga, a encaminarse por el camino del samurai, es decir regirse por le código del “Bushido”, sus máximas se encarnarán en el personaje de Luke Skywalker (honradez y justicia, valor heroico, compasión, cortesía, honor, sinceridad absoluta, deber y lealtad).



De la reescritura del guión, siempre sacaba a la luz cosas nuevas, y ya tenía material para unas 200 páginas, cuando un guión estándar de cine de dos horas, ronda las 120 páginas. A medida que iba escribiendo, caía en la cuanta de que lo que en realidad tenía entre manos era una trilogía. Como si de un actor del método hablásemos, fue reconstruyendo la historia y pasado personal de todos los personajes, y lo que podrían ser sus relaciones y conexiones interpersonales. Aquí deslumbró la posibilidad de hacer una trilogía anterior en el tiempo. Ya en esta época tenía una jugarreta preparada para la segunda parte, “El imperio contraataca”, porque al tener claro que Darth Vader era el padre de Luke Skywalker, preparó una treta en el la postproducción. El kit de la cuestión está en que la voz de Darth Vader es la de James earl Jones, pero el actor que interpreta al hombre detrás del casco negro es David Prowse, el cual se enfadó en el estreno de la película cuando descubrió que su voz había sido doblada. El caso es que en la segunda película, en la escena dicen otras frases, y después en postproducción se dobla la frase incendiaria de “Luke, yo soy tu padre”, desconcertando así, a los propios actores, y gente del Studio, que no sabía nada, de hecho Lucas desarrolló paralelamente la historia de un padre con el cual Luke se comunicaba a través de la fuerza, con lo que daba verosimilitud al texto que se decía en escenas posteriores y al diálogo que mantiene con Yoda anteriormente en el planeta Dagobá. Mark Hamil se enteró de esto como mucha otra gente el día del estreno. Todos se quedaron de piedra, pero la historia ganaba muchos quilates.



Lo que está claro es que el trabajo de guión fue muy laborioso, porque sin pretenderlo, Lucas, preparando una película se encontró con seis. También por eso, el proceso de elaboración de la película desde que la Fox le da el visto bueno, hasta que se procede a la grabación, es muy largo, cuatro años.
Con el guión hecho, comenzó el proceso de casting, que George Lucas aprovecho para reducir costes uniéndolo al que hacía su amigo Brian de Palma en “Carrie”. Los directores colaboraron uno con otro en ese casting cruzado, tanto es así, que actores que hacían prueba para una de las películas, acababan consiguiendo papeles en la otra, como es el caso de Sissy Spacek, que hizo la prueba para princesa Leia, y acabó llevándose el protagonista de Carrie, papel que la catapultó al estrellato. Lucas quería una joven de la edad de Mark Hamil, que denotase dulcura y al mismo tiempo pudiese armarse de valor y sacar las uñas cuando fuese necesario, era la líder de un grupo rebelde. Eligió al final, a  Carrie Fisher, hija de la actriz Debby Reinolds (Cantando bajo la lluvia). Lo que poca gente sabe, es que otra de las actrices que estaba en la recámara y que hizo el casting, pero se descartó por ser demasiado joven, era Jodie Foster, que en ese momento contaba con trece años y acababa de estrenar “Taxi Driver”. De todas formas, quedó de suplente por si Carrie Fisher no daba la talla, era la segunda película que hacía. En cambio, Foster aún siendo muy jovencita, había dado muestras de una calidad interpretativa descomunal.



La gran sorpresa fue le papel de Han Solo, que tardó en adjudicarse, porque era un tema peliagudo, muchísimos actores pasaron por los castings, como el caso de Burt Reinolds, muy conocido por sus personajes cínicos y chabacanos, el problema es que acabó rechazando el papel, incluso Tom Selleck pudo conseguirlo pero le aconsejaron desde su círculo, que no era conveniente arriesgarse en ese tipo de historias, Tom Selleck aún debe de estar llorando hoy en día, menos mal que le dieron un Ferrari para mitigar sus penas. Mientras no contrataban  al actor de Han Solo, pidieron a Harrison Ford, un actor que empezaba y al que Lucas le había dado un papelillo en American Graffiti, que diera las réplicas a Mark Hamil y Carrie Fisher. La sorpresa es cuando descubren que la acidez de Ford es la perfecta para el papel. Lo contratan y muy  barato, otro gallo cantaría en la secuela, por eso en el guión nunca queda claro si se queda o se va en esa relación amor odio con la princesa Leia. Estaba todo supeditado a la firma del actor, pero el éxito de la primera película hizo reflexionar a Ford y firmó por dos más.



Para el papel de Obi-Wan, Lucas había pensado en Toshiro Mifune, actor protagonista de la Fortaleza escondida, pero al final prefirió a una figura más conocida en occidente. Y consiguió los servicios de una leyenda, Sir Alec Guinnes, ganador del Oscar por “El puente sobre el río kwai”. Todo un caballero inglés. También consiguió los servicios de Peter Cushing, actor legendario de la Hamer, para el papel del gobernador Tarkin. Por cierto, hay una anécdota muy famosa de Peter Cushing, y es que le qudaban apretadas las botas y pidió a Lucas que so grabaran por encima de la cintura, sin planos generales, con lo que el resto de escenas las interpretó en zapatillas. Luego los demás personajes, los eligió por físico ya que Anthony Daniela, haría de C3po, David Prowse, haría de Darth Vader, Peter Mayhew haría de Chewbacca, que por cierto, fue diseñado a partir del perro de Lucas, y Kenny Baker, de R2D2. Todos estos últimos, están detrás de un traje, con lo cual eran contratados por físico o habilidad, por ejemplo el caso de Darth Vader, era claro que con un culturista debajo de ese traje, impone un respeto.



Con todo el reparto y la la pre-producción completada, el equipo se traslada a Túnez, es allí donde se graban las escenas del desierto. El ambiente era terrible y el tiempo no acompañaba, de hecho, sin ir más lejos, el primer día de rodaje se produce una tormenta de arena que le manda todos los decorados a tomar viento.
Al día siguiente, hacía 40 grados a la sombra y se tenía que grabar la escena de R2D2 vagando por el desierto, pero el maldito dispositivo eléctrico del muñeco no funcionaba a la de tres, y decidieron impulsarlo con un hilo de nylon invisible con un Kenny Baker asándose de calor dentro del muñeco haciendo que se moviese manualmente. Los días eran asfixiantes y hubo varios desmayos, incluso, el traje de C3po se tuvo que hacer de nuevo, porque se hizo de unas medidas tan diminutas que ni siquiera entraba en el Anthony Daniels, que es un  tirillas.
En Inglaterra, y en unos studios con ambiente controlado, el rodaje seguía descontrolado, para empezar, Lucas se creó mala fama entre el grupo de profesionales británicos, en efecto, Lucas con sus botas camperas, sus vaqueros y sus camisas a rayas, era un cante permanente, era como llegar a Inglaterra y decir: sí, soy americano, ¿qué pasa? También se canjeó mal ambiente entre el grupo de actores, porque era un novato en lo que se refiere a dirección de actores, eso te lo da la experiencia y el ritmo de los mismos actores, no la universidad de cine de UCLA. La relación se deteriora porque Lucas no es capaz de comprender que los actores no pueden asimilar al momento ese texto sin contexto, sin imaginarse los efectos, no podían imaginarse la épica de lo que estaban grabando, con lo cual las actuaciones no eran acordes. La impaciencia del director que era consciente de todo esto exasperaba a los actores, que no entendían ciertos toques dramáticos de la película, más bien, pensaban que se trataba de una película infantiloide.



Esa sensación de película infantil le entró cuando al otro lado del charco, los directivos de la Fox vieron el material grabado, pidieron responsabilidades a Allan Ladd, y este intentó justificarse y plantear la idea que sin efectos especiales no podían entenderse las  tomas en su totalidad. Pero los directivos no estaban por la labor de que un director principiante se salga del presupuesto, cuando ese presupuesto es de más de ocho millones de dólares, y aun por encima lo que ha filmado no tiene a su parecer, ni pies ni cabezas. La resolución de la compañía fue darle un ultimátum a Lucas y recortar el presupuesto en lo que quedaba de producción. Lucas aceleró el ritmo de rodaje, e iba de un set para otro a ritmo de rayo. Las últimas escenas rodadas, casi eran meras improvisaciones, y si el material tenía algún defecto para el montaje, se lo tenía que comer con patatas. La fecha del estreno estaba ya fijada, y aun que Lucas trabajó arduamente en la post-producción junto con su mujer, que era montadora, no alcanzó a entregarla en fecha con lo cual se tuvo que posponer el estreno hasta finales del año 76, a esas alturas la confianza depositada en Lucas era nula y en el proyecto también. El golpe mortal aún estaba por llegar, y es que la compañía fundada por el, la ILM (Industrial Light and Magic), de los más de trescientos efectos que le había encargado no tenía ni el 10% de ellos realizado, y además, no eran de la calidad esperada. La noticia era desoladora, había que retrasar el estreno hasta el 77, y una inversión de millones tirada al traste, además el metraje sin efectos no servía para nada, y de aquella la única empresa capaz de hacer los efectos de aeromodelismo era la ILM. Lucas se tuvo que poner al frente de las operaciones y a un ritmo de 14 horas diarias, hicieron en seis meses todo el trabajo, pero a Lucas le costó una angina de pecho y un amago de infarto.



Al mimo tiempo se montan también los efectos de sonido, que son muy especiales en esta cinta, por ejemplo, el sonido de respiración de Darth Vader, tantas veces imitado hoy por los fans, se consiguió metiendo un micro en una bombona de buceo. Para R2D2 se utilizaron gemidos de bebes, pero que eran imitaciones. Las espadas laser, chocaban cables de una torre de alta tensión.
Por suerte, aunque Lucas aún no lo sabía, la fortuna estaba cambiando de lado, y para la banda sonora no tenía ni puñetera idea de lo que iba a hacer, se dejó aconsejar por uno de los amigos con los que había intimado en la American Zoetrope, se trata de Steven Spielberg, que ya había empezado su trabajo de colaboración con Williams en “JAWS”, y que recomendó a Lucas encarecidamente, por suerte, Lucas le dio unas indicaciones generales de lo que quería, una historia con tintes épicos, y Williams le dijo que no se preocupara y que dejase todo en sus manos. Lucas, después de todo lo que había pasado, ya temblaba, pero por suerte, cuando la oyó tiempo después no se podía creer lo bien que había quedado. Era un puntazo que revalorizaría la película. Con lo cual ya está todo preparado y listo para dar el pistoletazo de salida, y además, como la inversión ya estaba gastada no tenía nada que perder la Fox. Lucas empezó una campaña de divulgación entre los fans de la ciencia ficción que caló hondo y todos esperaban esta película, pero más allá de eso, todos los datos parecían indicar que sería un desastre, como mucho serviría para recuperar la mitad de los costes de producción.



. La verdad es que los tremendos efectos especiales para la época calaron fondo entre esos círculos que se fueron ampliando entre familiares y amigos, y a la noche del primer día de exhibición, ya había recaudado lo invertido. En los días posteriores, la afluencia de público al cine fue masiva. Y… al mes, esta película ya era una leyenda. No en vano, hoy en día está considerada patrimonio fílmico de la humanidad.
En otro orden de cosas, ¿Os acordáis cuando os dije que hasta entonces lo del marketing, en hollywood no se lo tomaban en serio?, tanto es así, que el sueldo que percibía Lucas por la labor de director, era irrisorio, pero el muy cabrito, firmó un contrato en el que Fox le cedía todos los derechos de explotación del marketing y un 40% de beneficios netos. Lucas intuía el éxito de la película, no le llaman “El rey Midas del cine” por nada.