jueves, 4 de diciembre de 2008


EL INFIERNO DEL ODIO

Kurosawa filmó quizás, una de las mejores tramas en la historia del cine. No es habitual, en el cine oriental de entonces, el ritmo que Kurosawa imprime a la primera parte de la historia. Esto, junto que un nudo argumentativo que exprime al máximo las emociones del espectador, hace de la primera hora y pico, uno de los mayores espectáculos audiovisuales de la historia. Toshiro Mifune interpreta aquí su mejor papel. Y es algo muy complicado de decir de un hombre que ha interpretado con maestría al mejor mercenario de la historia en “Yojimbo” (1961) o en “Sanjuro” (1962), ambas de Akira Kurosawa. Pero el chofer no llega a ser convincente y sus lamentos llegarán a producir antipatía.Gran fotografía de uno de los directores que mejor supo trabajar el blanco y negro, y que en esta cinta, penúltima en blanco y negro de Kurosawa, coquetea con un humo rosa preludio del color que llegaba.

Filmó un cambio histórico que Japón estaba experimentando cuando fueron recuperándose de la guerra. Kurosawa observó como iban acercándose los males de una sociedad de consumo y supo plasmarlos en esta cinta de una forma magistral. “Esa casa nos mira” y su poder, crea un infierno de odio y envidia que nos envuelve hasta inundarnos en la desesperación.

La primera mitad de la película (hasta el intercambio del tren) es magistral, uno de los mejores comienzos de la historia del cine. El resto es muy entretenido. Si toda ella fuera tan buena como la primera mitad, estaríamos hablando de una de las mejores películas de la historia (o de la mejor).

Pero, sin duda puedo adelantar que es el mejor thriller de la historia, para mi gusto.

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